En este Día del Padre, celebramos la fuerza, el compromiso y el amor inquebrantable que cada uno de ustedes demuestra, tanto en la medicina como en la paternidad. Con cada decisión clínica y cada momento compartido con sus seres queridos, nos enseñan que la verdadera vocación es proteger la vida, guiados por el conocimiento y el corazón.
Gracias por ser ese pilar de apoyo y ejemplo de dedicación, mostrando día a día que ser padre es también una misión de servicio, cuidado y sabiduría. Que la gratitud de sus pacientes, el respeto de sus colegas y el cariño de sus familias sigan iluminando su camino.
¡Feliz Día del Padre!